Orizaba, Ver.- "Más allá de eventos públicos y poner moñitos naranja, las mujeres queremos acciones reales y contundentes que se reflejen en nuestra vida diaria. Queremos acciones concretas de prevención, de atención, de sanción a los agresores, porque es una materia en la que nos quedan debiendo”, aseveró Luz María Reyes Huerta, integrante de Marea Verde Altas Montañas.
Dijo en entrevista que actualmente luchan y exigen el reconocimiento de la violencia vicaría, que se legisle, que se vea y visibilice este tipo de violencia que también ejercen las parejas hacia ellas, a través de los hijos e hijas.
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¿Qué es la violencia vicaria?
La violencia vicaria es la que comenten los hombres al tratar de hacer daños a través de los hijos e hijas, quitándolos o amenazado a la madre con hacerle daño a un familiar, a alguien querido. “Saben qué es importante para ti, entonces empiezan a amenazar con causar daño e incluso les llegan a hacer daño, porque saben que de esa forma lastiman a la mujer”, explicó.
Hay, dijo, muchos casos de este tipo de violencia. Hombres que quitan los hijos a las mamás, que les impiden verlos, que “utilizan su estatus económico para legalmente hacer procesos amañados y violentar a las mujeres, porque si hay algo que le pesa a las mujeres es que les quiten a sus hijos e hijas”.
En la región, dijo la activista, se registran muchos casos y, hablan de la situación tan vulnerable y también de procesos judiciales muy tardados, pues pasan años para que las mujeres puedan convivir con sus hijos y, cuando lo hacen, ya han sido manipulados para no sentir afecto ni tener ese lazo que debieron haber tenido con su mamá.
Para este tipo de violencia, así como para la física, la verbal, laboral, patrimonial y para la máxima expresión de todas que es el feminicidio siguen luchando.
“Hay mucha impunidad y mientras eso continúe así, las cifras no van a bajar. En cuanto al agresor se le mandé el mensaje de que la agresión tiene consecuencias va a entender y a frenar su conducta”, resaltó.
Con las alertas de género se han destinado recursos que no han sido aprovechados adecuadamente porque la situación en vez de mejorar para las mujeres ha ido en aumento.
Aunado a ello está la desaparición de mujeres, que también es otra agravante que no se había visibilizado, pero ante la ola de desapariciones de mujeres se ha solicitado la tercera alerta, que no ha llegado por burocracia del mismo gobierno federal.
“Existimos porque hemos resistido, pero parece como si estuviéramos en peligro de extinción ante tantas violencias”, concluyó Reyes Huerta.
Nota publicada en El Sol de Orizaba