Para las personas con ceguera obtener una oportunidad laboral es, además de complicado, un motivo de desánimo a pesar de todos los conocimientos que tienen.
Discriminación, señalamientos, falta de empatía, poco reconocimiento de sus habilidades, rechazo y falta de adecuaciones a los espacios que tienen las empresas es a los actos a los cuales se enfrentan constantemente, señalan Kaleeb Alexander Ramírez Monrroy y Víctor Manuel Ramírez Agustín jóvenes con ceguera que no han logrado posicionarse en un área laboral.
De acuerdo a los datos del Atlas de la Discriminación, herramienta del Conapred basada en la Encuesta Nacional sobre Discriminación (ENADIS) 2022, el 26.1 por ciento de la población en Veracruz rechazaría contratar a una persona con discapacidad.
Kaleeb Alexander y Víctor Manuel conocen de esta estadística porque son parte de ella. Y es que, aunque desde pequeños desarrollaron múltiples habilidades que les permitirían cumplir con labores que les fueran impuestas por sus jefes, las oportunidades laborales no han llegado para ninguno de los dos.
Ambos jóvenes fueron entrevistados en Xalapa, ciudad a la que llegaron hace varios años para poder desempeñarse en el ámbito escolar y laboral.
Kaleeb cuenta con licenciatura en Derecho
Kaleeb Alexander Ramírez Monrroy es ciego de nacimiento, pero esta discapacidad no lo limitó para poder estudiar la licenciatura en Derecho en la Universidad Veracruzana.
Originario del municipio de La Antigua, el joven de 27 años vive solo en Xalapa desde hace diez años, donde ha aprendido a desenvolverse en las calles y los diferentes espacios.
"Soy recién egresado de la Licenciatura en Derecho y la verdad es muy complicado que alguien te quiera dar siquiera la oportunidad de que alguien te quiera escuchar, para mí lo ideal sería una oportunidad en lo legal o en el área administrativa", dijo.
Señaló que muchas empresas al tener un contacto abierto con ellas a distancia parecen ser abiertas, pero de manera presencial se genera un rechazo. En ese marco, reconoce que sí ha habido un avance en muchos casos ya que “la intención existe, pero falta capacitación. Vamos avanzando, pero todavía vivimos esos obstáculos, hace falta empatía, conocimiento, ajustes razonables, los cuales debería estar dispuesto a realizar los ajustes para que te puedas desarrollar completamente", expresó.
Por ello, hace un llamado a empleadores y a la población en general a conocer y reconocer que la discapacidad no es una enfermedad, y, basándose en eso, les den la oportunidad de desarrollo, más allá de la discapacidad.
Manifestó que sumado a su discapacidad, no cuenta con la experiencia laboral que se le pide para poder estar al frente de un trabajo aunque eso reconoce, es un tema que enfrentan los jóvenes en general.
Víctor es independiente y tiene ganas e salir adelante
Víctor Manuel Ramírez Agustín dio a conocer que esta es la segunda vez que busca obtener un empleo, ya que anteriormente trató de pertenecer al Instituto Veracruzano de Educación para los Adultos (IVEA) en el área administrativa, pero le asignaron un lugar lejano que le complicaba su traslado.
“Me mandaban más allá de Naolinco, estaba lejos, era inaccesible y para mí iba a estar complicado trasladarme hasta allá porque no hay muchos camiones o rutas. Es complicado porque cuando te tratan hay discriminación y creen que no vas a ser capaz de desempeñarte en el empleo que te darán, pero nosotros contamos con muchas habilidades”, comentó.
El joven de 26 años originario de Teziutlán, Puebla, refirió que siempre ha sido su intención obtener un cargo administrativo, pero no se ha podido concretar. “Me siento capaz, soy independiente, sé hacer casi de todo, no importa lo que sea, lo importante es trabajar”, manifestó.
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Comentó que estudiaba licenciatura en Desarrollo Integral de las Personas con Discapacidad, adscrita a la Facultad de Pedagogía de la Universidad Veracruzana, pero por falta de accesibilidad debió abandonar la carrera en segundo semestre.
“Yo estudiaba la licenciatura en Desarrollo Integral de las Personas con Discapacidad, adscrita a la Facultad de Pedagogía, pero por detalles de accesibilidad y otras cuestiones la tuve que abandonar porque hay materias que son complicadas para explicar a las personas ciegas”, expresó.
Nota publicada originalmente en Diario de Xalapa