Los síntomas de los trastornos afectivos como la tristeza, desesperanza, depresión e incluso el sentimiento de querer morir han ido al alza durante la pandemia por Covid-19, alertó el director del Instituto Veracruzano de Salud Mental “Dr. Rafael Velasco Fernández”, Víctor Manuel Villanueva Hernández. En entrevista apuntó que, además, con los casos de SARS-CoV- 2 se tuvieron otras alteraciones como en el sueño o en consumo de sustancias psicotrópicas.
“Los principales síntomas son alteraciones del sueño, ansiedad, síntomas depresivos, tristeza, desesperanza y tentativas o ideas suicidas en algunos casos y se ha incrementado también el abuso de sustancias principalmente en el sexo masculino”, dijo.
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El experto refirió que mientras en los varones creció el consumo de algunas sustancias, en las mujeres aumentaron los síntomas de los trastornos afectivos. Explicó que per se, el Covid-19 provocó síntomas de insomnio, alteraciones del sueño, fatiga crónica que podría desencadenar una depresión, de acuerdo con un aspecto biopsicosocial.
Añadió que si se habla del aspecto psicosocial, hubo muchas modificaciones desde el aislamiento y resguardo domiciliario, que provocaron de acuerdo con la edad poblacional, distintas situaciones.
Villanueva Hernández expuso que los adolescentes, fueron el grupo de edad que más se lastimó por el aislamiento y no por el Covid-19, en sí. “Lo que había que estudiar es si los aspectos relacionados a la pandemia como tal por los cambios psicosociales, generaron un incremento en sintomatología afectiva en pobres mecanismos de defensa hacia los cambios o per se, el Covid, creo que son dos hipótesis”.
Refirió que considerando que recientemente se siguen teniendo casos de Covid, se sigue teniendo síntomas como la fatiga y la ansiedad, pero, además, derivado de ello, hay quien perdió habilidades sociales y ya no se sabe relacionar.
“Hubo mucha gente que dejó sin trabajo el Covid, hubo muchos huérfanos pos-Covid. Esto es muy amplio, sí es un estudio yo creo que totalmente sociológico lo que se tiene que hacer porque son muchas variantes, lo que sí es que definitivamente los síntomas neuropsiquiátricos acompañaron al Covid-19 cien por ciento”.
El director del Instituto Veracruzano de Salud Mental dio a conocer que pese a esto, no hubo una variación en la atención en el Instituto Veracruzano de Salud Mental puesto que la población sigue teniendo estigmas respecto a la atención. “El mismo profesional de salud, y hablo de mis compañeros médicos, psicólogos, trabajadores sociales, sigue habiendo mucho estigma”
Expuso que con los psicólogos sigue habiendo una “guerra totalmente insana” entre psicología y psiquiatría de que los psicólogos no envían a los pacientes a psiquiatría. Explicó que pese a que todo tiene una base biológica y el medicamento ayuda por ese lado, se siguen teniendo prejuicios en ese sentido.
“La gente, aunque tenga el síntoma no se acerca a la atención a salud mental, ahorita en SESVER hay muchos centros de salud que cuentan con psicología, recordando que el objetivo principal de la atención en salud es esa, acercar la atención. Ahorita con la moda que tuvimos con que se van a cerrar los hospitales psiquiátricos, se recordó justamente uno de los objetivos, que la psiquiatría sea parte de los hospitales generales y con eso romper la brecha de un hospital general a un hospital psiquiátrico”.
Por su parte, en el Centro de Integración Juvenil (CIJ) derivado de la pandemia, se abrió la atención a salud mental y ya no únicamente dieron prioridad a las adicciones, dijo el director Humberto Flores Dorantes al reconocer que incrementaron los casos de ansiedad y depresión en Xalapa.
Destacó que quienes más han solicitado ese servicio son en su mayoría se trató de mujeres de entre 15 y 29 años. El año pasado, detalló, el 35 por ciento de las actividades de tratamiento se realizaron para este tipo de población; es decir, para personas con problemas de ansiedad, depresión o estrés.
“En su mayoría eran más casos de mujeres, fue una característica común, en mujeres se identifica más la cuestión de ansiedad y depresión y en hombre hay un mayor reporte de consumo de sustancias, esto no quiere decir que sea una cuestión de sexo o de género, sino que es algo que por los roles lo permitimos o lo aceptamos”, refirió.
¿Qué pasa con niñas y niñas que sufren depresión?
Tras el confinamiento inicial de la crisis sanitaria es posible afirmar que niñas y niños de preescolar son quienes más afectaciones tienen en sus habilidades socioemocionales, algo que debe ser atendido, indica la psicóloga clínica Elena Barcelata.
En entrevista explica que la depresión, la ansiedad, estudiantes menos expresivos, retraídos o sin ánimo de salir a recreo es lo que más han observado los profesores en el regreso a clases presenciales. La especialista en salud mental detalla que vivir de forma adecuada cada etapa de la vida es fundamental, pero en términos de lo deseable, entre más grande se es, la persona cuenta con más herramientas para gestionar sus emociones.
En el caso de los pequeños, la pandemia los ha mantenido lejos de personas de su edad cuando atraviesan la etapa egocéntrica; si no socializan les es más difícil desarrollar la colaboración, tolerancia a la frustración y reconocimiento de sus propias emociones, detalla.
“En esta fase, la persona se va transformando porque reconoce a la ‘otra’, aprende a socializar, deja de ser ella para integrase a un grupo y empezar a trabajar la inteligencia emocional”.
Aclara que afortunadamente no se puede generalizar pero sí hay más personas enojadas, tristes, temerosas y apáticas en los salones de clases:
De estar encerradas ahora tienen que estar juntas y no saben cómo reaccionar, lo cual les genera estrés
La psicóloga opina que para retomar el desarrollo de las habilidades se puede recurrir al método “mindfulness” para centrarse en lo que está sucediendo “aquí y ahora”.
Entre otras opciones menciona el acercamiento a las distintas manifestaciones artísticas. Ella, en colaboración con un grupo de profesionales, imparte un curso de verano para niños y niñas de cuatro a 15 años.
Elena Barcelata enfatiza en la urgencia de atender este tema, además de que alerta que también es creciente el número de adolescentes a quienes les cuesta más trabajo relacionarse, se sienten inseguros y dicen estar mejor en su celular.
En Casa Koala, las sesiones ya iniciaron pero los interesados pueden integrarse. Las jornadas son de 9 a 1 y también son inclusivas, pueden participar personas en condición de discapacidad.
Casa Koala está ubicada en Primavera número 35, colonia Tatahuicapan. y cuenta con el número 22 81 24 84 19. Además del acercamiento al arte y a otras personas de su misma edad, quienes asistan tienen sesiones de fomento al vínculo familiar.
¿Es necesaria una revisión psiquiátrica?
De uno a dos de cada 10 pacientes con ansiedad y depresión requieren de una remisión psiquiátrica porque se trata de casos graves, alerta David Sampedro cofundador del Centro Psicopedagógico EKO tras hacer un llamado a la población sobre la importancia de la salud mental.
En entrevista reconoce que la demanda de atención ha aumentado derivado de la pandemia por el Covid-19, la pérdida de familiares y los problemas económicos. Detalla que las sintomatologías que más se han desarrollado son la ansiedad y depresión y en caso de no recibir ayuda puede haber consecuencias variables, mínimas no graves, hasta fatales como el suicidio. Comenta que la demanda de atención se ha visto reflejada más en mujeres, usualmente universitarias.
“Hay personas que aunque lo padecen o que tienen algún malestar no quieren la atención, hay que entender al sujeto y luego hacerle frente a sus necesidades. En el escenario actual las dos sintomatologías presentes con más frecuencia son ansiedad generada por la pandemia y depresión”, expone.
Detalla que en el caso de la sintomatología grave que no solo afecta a ellos mismos sino a terceros requieren de atención psiquiátrica que va desde hospitalización psiquiátrica, tratamiento farmacéutico, psicotrópicos mientras que los síntomas menos graves son molestias. Refiere que uno o dos de cada diez pacientes atendidos requieren de una remisión a psiquiatría cuyo rol es recetar los medicamentos que alteren el sistema nervioso central a fin de ayudar a presentar una mejoría.
El especialista insta a la población a atender su salud mental principalmente cuando se presentan situaciones que ya no son capaces de controlar por su propia cuenta. Algunos de los síntomas físicas que deben poner en alerta a la población son temblores, parálisis, sensación de vómito, disminución o aumento en la presión arterial, entre otros.
(Con información de Ingrid Ruiz y Maribel Sánchez)
Nota publicada en Diario de Xalapa