Orizaba, Ver. - Desde niño, José Andrés Velasco Rangel ha explorado las montañas de la región, su primer acercamiento fue a la edad de 6 años cuando subió a una montaña de El Pico de Tenango en Río Blanco con sus abuelos por leña, a sus 82 años, nos relata un poco de su historia.
"Los abuelos para subsistir tenían que sacar leña, madera, carbón, por ello siempre estábamos acá, como todo niño de la sierra desde pequeño tenías que cargar leña para llevar algo de dinero a la casa".
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Poco a poco con el paso de los años fue mezclando el montañismo y el senderismo con sus estudios, pues a pesar de su condición económica siempre busco culminar una carrera por lo que egreso de la Universidad Veracruzana como contador público.
Cuando era joven, recuerda que le pagaban por llevar a las personas a las montañas o cerros de su municipio, "los llevaba a la montaña y a cambio de un taco o de una moneda los llevaba, antes me pagaban 3 a 4 pesos y esa mucho, pues alcanzaba para un chiquihuite de pan".
"El Cacique", como es conocido en el mundo del montañismo por el tiempo que lleva practicándolo, ha caminado las montañas como el Pico de Orizaba, Sierra Negra, entre otros de la región, pero también ha ido a México, Tlaxcala y Puebla donde ha escalado la cara del Pico de Orizaba y el Popocatépetl.
"La montaña cambia porque se integra a la vida humana, abre nuevas veredas, cierra otra, debemos de hacer la retroalimentación", dijo.
Cuando tenía 20 años, le entró "la locura" y se fue a vivir a los Altos de Xiometla, en la Ranchería el Comal, donde bajaba y subía, ayudaba a los campesinos a recoger papa, cebada y avena.
Cuestionado sobre los casos de tala inmoderada que ha ocurrido en la zona, teniendo evidencia del Pico de Orizaba, comenta que es triste ver como el hombre y las industrias han acabado con todo, demandando madera, leña y carbón, "para los durmientes de los trenes, se tuvieron que emplear muchas piezas de madera y desde ese cambio en el medio de transporte ha llegado la tala".
Recuerda que en 1870 había mucho bosque, actualmente puede decir que queda un 30 por ciento de ello, no obstante la tala podrá continuar.
"Hay una luz en el camino", fueron las palabras de don José Andrés, quien habló sobre la reforestación y la cultura que se está inculcando en los menores de edad, pues en Nogales ha visto lugares como Palo Verde que están recuperando su naturaleza gracias a esta práctica.
"El espíritu es industrializar los bosques maderables, es lamentable que se tenga cesa mentalidad, la crisis de esto es Calcahualco y La Perla".
¿Cuáles son los acontecimientos y experiencias vividos?
El montañismo le ha permitido ver accidentes trágicos donde ha visto estrellarse a aviones en el Pico de Orizaba y le ha tocado ser parte de las personas que ayudaron, siendo una experiencia que no olvidará, puesto que han sido varios incidentes donde los "villamelones", como se le conoce a los que no conocen la montaña, han sido guiados por él.
"Me ha tocado bajar a pedir ayuda para que auxilien a un compañero o bien para bajar el cuerpo del mismo, pues se va a una ladera o también les da un infarto".
Recuerda que en el 2002 tuvo que apoyar a bajar un cuerpo de un compañero en el Monte de San Cristóbal, pero los cuerpos de emergencia al no saber la ubicación fueron los montañistas que es bajaron el cuerpo.
También, ha vivido momentos de alivio y buena fe, pues ha salvado a compañeros cuando se sienten mal por la altura, con un refresco de cola.
Don José tiene un hijo llamado Leonardo Velasco, ahora a su lado hacen montañismo.
Actualmente, tiene 82 años y quiere seguir haciéndolo dentro del grupo Unidos del Montañismo del Valle de Río Blanco, donde él es el integrante más longevo.
Nota publicada en El Sol de Orizaba