Tras el robo registrado del Niño de Belén en la parroquia de Santa Ana de Boca del Río, ocurrido el pasado martes 17 de septiembre, la comunidad católica se pronunció por los hechos, pues se trata de una pieza importante traída desde la llamada Tierra Santa.
La figura retoma aún más importancia por los escasos meses de la celebración de la Navidad, donde aún se realiza la tradición de vestir a los Niños Dios, costumbre que se mantiene principalmente gracias a los adultos mayores.
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La imagen, venerada por fieles de la comunidad, resguarda una gran historia que le da un valor muy especial al ser una de las más antiguas y que se encuentra en una de las crónicas editadas por el fray Jerónimo Golubovich, ¿la habías escuchado?
¿Quién es el Niño de Belén y por qué es el único que debe colocarse en el pesebre?
El relato fue registrado en su “Biblioteca Bio-bibliográfica de Tierra Santa”, compartido por la Comisaría de Tierra Santa de la Inmaculada España, donde se menciona la importancia y representación que tiene al ser colocado en el nacimiento.
La historia menciona peculiarmente la desaparición de dicha imagen al ser arrebatada de los frailes por el “pachá de Jerusalén” (persona de alto rango o cargo) con el único fin de obtener dinero, similar a lo ocurrido en Boca del Río.
El hombre, tras sostenerlo en sus manos, fue alertado por el gran valor que representaba para los francos, ya que la imagen era venerada y apreciada porque “ellos lo tienen por Hijo de Dios y así lo adoran”.
Al conocerlo, el hombre supo que podía sacar provecho de ello y lo tomó para llevarlo a su casa en Jerusalén con el objetivo o esperanza de obtener un “buen millar de piastras” (monedas).
Aunque pasaron tres meses, el hombre se sorprendió debido a que los frailes no se pronunciaron sobre el robo, por lo que el hombre consideró que “tenían a su Dios en tan poca estima”, sin embargo, le fue notificado por uno de sus intérpretes que “a quienes los francos adoran es al Dios Uno que está en el cielo”, atribuyéndole así a la imagen la representación del Hijo de Dios en carne humana, por lo que los frailes lo colocaban en el Santo Pesebre como símbolo del misterio de su nacimiento.
Al ser “tergiversado” y ver que no se hacía algo al respecto sobre el rescate de la figura, el hombre regresaría la imagen a Belén “con muy buena cortesía”.
La historia resalta la tradición de la representación del Niño de Belén ligada a los frailes y a Francisco de Asís, quienes fueron los encargados de difundirla. La popular imagen, encargada en 1920, fue portada en procesiones hasta lo que hoy conocemos como el Santo Pesebre en la Nochebuena.
Robo del Niño Jesús en Boca del Río
Como se mencionó anteriormente, la parroquia de Nuestra Señora de Santa Ana en el municipio de Boca del Río, a través de sus redes sociales, denunció el robo de la imagen del Niño Jesús, pieza que “habría sido sustraída por una persona en situación de calle que posteriormente la vendió para obtener dinero”.
La figura es considerada una de las más importantes al ser traída desde la Gruta de Belén en Tierra Santa y donada a la mencionada parroquia.
“Les pedimos que si alguien sabe de su paradero o lo compró en la Zona de Boca del Río pueda regresarlo, ya que es una imagen con gran significado a la cual se le atribuyen grandes milagros”, fue parte de lo compartido en las redes de la parroquia.
Horas más tarde informaron que la pieza había sido devuelta, sin embargo, presentaba varios daños, tanto en la parte de la cabeza, los pies, manos y parte de la espalda, por lo que igualmente resaltaron que la imagen sería restaurada, además de que una persona había sido detenida por el caso.
