ORIZABA, Ver., 10 de agosto.- Que las autoridades del estado nieguen que sí hay inseguridad genera desánimo, desconfianza, puede generar frustración y pierden además, la autoridad moral que ellas deben tener, afirmó el sacerdote Helkyn Enríquez Báez, vocero de la Diócesis de Orizaba.
Dijo que si niegan una realidad que resulta evidente para la mayoría de los ciudadanos, alguien no se adecua a la realidad “y nosotros definimos la verdad como la adecuación de la mente con la realidad y quien no adecua su mente con la realidad está mintiendo”, apuntó.
Señaló que el problema que ha dado paso a la violencia es que la mayoría ha dejado a Jesús a un lado y vive según sus propios criterios.
Vivir egoístamente según los criterios humanos nos ha llevado a deshumanizarnos, es una paradoja, pero querer vivir solo como humanos nos deshumaniza, debemos vivir como cristianos, porque si se actúa sólo con criterios humanos, el humano puede volverse egoísta puede volverse egocentrista, violento, cerrado hacia los demás
Reconoció que no sólo a las autoridades les toca resolver esta situación, porque no es multiplicando las fuerzas policiacas o de seguridad que se va a solucionar el problema. Se necesita un cambio cultural también entre la población.
Si queremos abatir la violencia hay que combatir la pobreza, si queremos combatir la pobreza hay que promover la educación; son varias aristas para solucionar el problema
Agregó que la situación ante la inseguridad se atiende de manera emergente con fuerzas de seguridad policiaca, pero no es así como se va a combatir el problema; “hay que empezar desde las raíces, ahí es a donde toca a otras instituciones participar; a las que educan, a las instituciones religiosas, a las ong’s nos toca participar fortaleciendo los valores familiares, no desintegrándolos llevados por ideologías que se puede restaurar también el tejido social”, aseveró.
Subrayó que, fortaleciendo los valores familiares, la educación y los valores espirituales, que no son exclusivos de una religión como los son la justicia, la verdad, la paz, la búsqueda del bien común, la fraternidad, qué son valores cristianos, pero plenamente universales es cómo se puede también ayudar a combatir.
Nada más que no se ha querido reconocer de hecho, a veces se pretende relegar el aspecto espiritual, no se apoya a la educación, no se apoya a veces al deporte, que es otro medio cómo se combaten la violencia y las adicciones; entonces vamos viendo que se ha descuidado lo que tendría que ser prioridad