Nogales, Ver.- La cuarentena para la familia que conforman Salvador, Susana y dos integrantes más, entre ellos su hijo quien tiene síndrome Down, es difícil de afrontar pues su economía se vio afectada por la falta de ingresos al no poder realizar don Salvador, su actividad comercial, ni desempeñar su profesión como entrenador de basquetbol. Al conocer su realidad, integrantes del Club Rotario Santa Rosa les brindaron apoyo.
La situación de la familia se complicó pues además de tener que hacer frente a las necesidades de su hijo, su esposa Susana padece lupus desde hace casi 10 años y necesitaba el medicamento para la misma, pero por ser de especialidad tiene un costo elevado y no contaba con el recurso para comprarlo.
Fue a través de una chica holandesa que está de intercambio en un programa del que participa el Club Rotario Santa Rosa, que los integrantes de esta organización conocieron el caso de esa familia y se dispusieron a ayudarlos.
Alberto Godoy Reyes, secretario de la misma dijo que el señor hasta antes de la cuarentena vendía nieves en un triciclo afuera del Cobaev de Nogales, de donde son originarios, y se ayudaba con los ingresos que le generaba el ser entrenador de un equipo de basquetbol, donde juega la estudiante holandesa de intercambio.
Señaló que el ejemplo de esta familia es muestra de que con fe se puede salir adelante, pues el jefe de familia, a pesar de tener que afrontar dos situaciones de salud graves, se esfuerza respaldándose únicamente en su trabajo.
Por lo delicado de su enfermedad, su esposa sufrió fractura de cadera y de fémur a consecuencia de la descalcificación que le provoca, sin embargo, ambos se esfuerzan para salir adelante.
“El señor nos pidió ayuda únicamente en esta ocasión, pues no tiene fuente de ingresos, pero dice que una vez que pase esta emergencia y recupere su fuente de ingresos, él seguirá haciéndolo por sí mismo”, como lo ha hecho siempre.
El apoyo que entregó el Club Rotario consistió en 4 cajas con 50 pastillas cada una, de medicamento Azatioprina, que tiene un costo superior a los 2 mil pesos y que es indispensable para el tratamiento de doña Susana, así como de una despensa, para poder dar un respiro a su situación económica.