Córdoba, Ver.- Los peligros por actividad sismológica deben incluirse en los Atlas de Riesgo Municipal, señala Flavio Leyva Ruiz, docente en la Maestría de Gestión Integral de Riesgos de Desastres en la Escuela de Administración Pública de la Ciudad de México.
Sobre todo cuando destaca que el hecho de que los ciudadanos no sientan un movimiento telúrico no significa que no sean tan comunes y, obviamente, que no sean un factor de riesgo para la población Veracruzana.
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¿Por qué la actividad sismológica debería incluirse en los Atlas de Riesgo?
“El hecho de que no tiemble constantemente no significa que estemos exentos del peligro sísmico, entonces tenemos que considerarlo, pues aunque sea un peligro menor se deben considerar por las autoridades” explica el especialista en sismología.
Incluso destaca que, de acuerdo a las estadísticas de la Red Sísmica de Veracruz, creada en el 2013 con seis estaciones de monitoreo, el 2021 fue uno de los años con más actividad sísmica al registrar al rededor de 680 movimientos telúricos de diversa densidad.
¿En dónde se encuentran estas estaciones de monitoreo?
El especialista destaca que gracias a esta red, que cuenta con seis estaciones de monitoreo ubicadas en: Tempoal, Cosquihui, Coatepec, Catemaco, Playa Vicente y Uxpanapa, se ha logrado detectar el mayor número de sismos en el estado.
Sin que esto signifique que la actividad sísmica haya aumentado, sino más bien que ahora son más detectables y medibles, pues antes del 2013 Veracruz solo contaba con dos estaciones que eran controladas por el Sistema Sismológico Nacional.
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“A partir de ahí - la creación de la Red Sísmica de Veracruz - la actividad sísmica parece que aumentó, pero no aumentó, solo que había un territorio amplio sin cobertura de monitoreo y después de 10 años se espera que ese incremento se estabilice porque ya estamos monitoreando una actividad constante” dice.
Incluso detalla que desde el 2010, después de los sismos a nivel internacional como el de Haití, el de Japón y el de Indonesia, que generó un gran tsunami, el Sismológico Nacional amplio su cobertura, al pasar de al rededor de 40 estaciones a más de 180 en todo el territorio.
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Por lo que insiste en que los riesgos por actividad sísmica deben considerarse dentro los Atlas de Riesgo de cada municipio, por muy leves que sean, pues solo así se podrán reducir los riesgos de impacto y daño a la población.