Córdoba, Ver.- Para evitar riesgo de incendios en la zona arqueológica de Toxpan se hicieron guardarrayas y se mantiene húmeda el área, esto a que tiene pastizales y es foco rojo en temporada de sequía, es fácil de propagarse el fuego, señaló el arqueólogo Fernando Miranda Flores tras indicar que hay 21 vestigios importantes solo en este sitio y que pueden resultar afectadas con el fuego.
El arqueólogo dijo que se empezó a trabajar desde el mes de febrero con guardarrayas previendo que es de riesgo porque hay maleza y por el calor se seca.
Además, mantienen monitoreo constante y los vigilantes de seguridad privada están pendientes, además se mantiene húmeda la zona para que funcione como cortafuego.
Indicó que aún cuando es período de vacaciones para la Universidad Veracruzana (UV) quien es la encargada de resguardar la zona siempre están pendientes.
Miranda Flores recordó que el último incidente de conflagración en este sitio fue en el 2010 y se debió a que alguien llevó veladoras para hacer lo que parecía algún ritual o algo extraño y el incendio inició justo donde dejaron las veladoras encendidas.
"En el 2010 fue lo más grave, el fuego arrasó con pastizales y a partir de entonces año con año en temporada de sequía se hacen acciones de cortafuegos y chapeo por parte del grupo de trabajo de la UV y que se conocen como los verdes".
¿Cuál es la importancia zona arqueológica de Toxpan?
De acuerdo al especialista, el sitio está a menos de 2 kilómetros de distancia del centro de la ciudad.
Se encuentra entre los ríos San Antonio y Seco situados al norte de la ciudad, en una región donde abunda el agua, la flora y fauna.
Su fundación inició hace más de 2100 años y vivió su esplendor en el periodo Clásico, entre los años 300 y 600 d.C., cuando fue habitada por agricultores, artesanos, comerciantes y sacerdotes. Toxpan formó parte de la ruta de intermedio comercial y cultural entre el altiplano central y el sureste de México.
La ciudad fue abandonada hacia el año 900 d.C., pero tuvo un último momento de ocupación en el periodo Posclásico, entre los siglos XI y XV cuando fue habitado por grupos hablantes del idioma náhuatl, quienes le llamaron Toxpan o Tochpan, palabra que significa "lugar sobre los conejos".
La zona arqueológica se vio afectada desde el año 1940 por el crecimiento de la ciudad hacia la zona norte del río San Antonio, afortunadamente el área sagrada del sitio, que abarca cerca de 10 hectáreas de extensión, se preservó con escasas alteraciones.
En el lugar, actualmente se conservan restos de 21 estructuras arqueológicas, destacando: la plaza central de 90 metros de largo por 70 metros de ancho, delimitada por tres enormes montículos de piedra y tierra, con altura de más de 15 metros.
Al sur se encuentra otro conjunto donde se halla la plaza sur de 50 metros de largo por 40 metros de ancho, con dos pequeños montículos piramidales y una cancha de juego de pelota de 75 metros de largo.