ORIZABA, Ver.- El fuerte movimiento trepidatorio de la tierra que se registró el martes 28 de agosto del año 1973 a las 3:52 de la mañana, hace 46 años, despertó a miles de habitantes del Valle de Orizaba, que aterrorizados buscaron un lugar dónde protegerse. Muchos de ellos fallecieron en el intento, a consecuencia de un terremoto, que de acuerdo con el Servicio Sismológico Nacional tuvo una magnitud de 7.3 grados, aunque hay fuentes que señalan que llegó a los 8.5 grados.
El terremoto se sintió en los estados de Puebla y Veracruz. Según el Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS) por sus siglas en inglés, el epicentro fue en San José Independencia, sin embargo, El Servicio Sismológico Nacional (SSN) señala que éste se registró en Ciudad Serdán; otros organismos como el Cenapred indica que el epicentro fue en esta zona, lo que podría ser cierto si se toman en cuenta los daños que provocó en esta región.
Debido a que el movimiento fue trepidatorio, miles de viviendas, edificios, comercios de Orizaba y municipios de este Valle como Córdoba, Río Blanco, Nogales, entre otros, quedaron totalmente destruidos y otros más, con daños severos en su infraestructura. Aunque la cifra oficial fue de mil 200 personas fallecidas, los datos extraoficiales señalan que hubo más de 3 mil.
Entre los edificios significativos que resultaron dañados estuvieron el edificio conocido como La Packar, que se ubicaba en la cuchilla de Oriente 6 y Sur 19, donde fallecieron decenas de familias. El Teatro Ignacio de la Llave, el edificio que es actualmente el Palacio de Orizaba y que en ese entonces albergaba a por lo menos cinco escuelas, ya que una de sus torres se cayó, así como la Iglesia de Santa Gertrudis, de la que se cayó la torre-campanario.
Vecinos de uno de los barrios más antiguos de la ciudad, conocido como los Cuartos del Yute, que se ubica a un costado del Hospital de Especialidades del IMSS, relataron que asombrados observaban cómo médicos, enfermeras y camilleros sacaban a los enfermos que estaban internados, para mantenerlos a salvo, ya que los trabajadores decían que se habían separado los muros del hospital y temían que el edificio se desplomara.
Trabajadores de la fábrica textil Cocolapan dejaron de trabajar y los encargados del tercer turno les autorizaron la salida para que llegaran lo más pronto posible a sus hogares a verificar cómo estaba su familia. Muchos, en el camino constataron la devastación y ayudaban a los sobrevivientes a salir de sus casas o a buscar entre los escombros a sus familiares.
Este fenómeno natural, señaló Antonio Vázquez Sánchez, coordinador de Protección Civil en esta ciudad, es el máximo antecedente que existe en la ciudad y el estado de Veracruz, que junto con el terremoto de México en 1985 dieron paso a la creación de la Protección Civil en el país, área que promueve el conocimiento entre la población civil, de las medidas de autoprotección que deben seguir para evitar ser afectados en su persona y en la de quienes le rodean.