Xalapa, Ver.-La vida de Paola Esperanza Bravo Fragoso, “Pao” para sus amigos y maestros, se ha desarrollado de manera casi normal y es consciente de que nació con Síndrome de Down, pero eso no le ha impedido formar parte del equipo de basquetbol de las Olimpiadas Especiales, compartió su madre Floricela Fragoso Alva, quien destacó que ella asiste a natación desde que tenía un año de edad, lo cual le ha hecho ganar varias medallas para Veracruz al competir incluso con jóvenes sin el Síndrome.
A sus 25 años, Pao ha representado al estado en natación, basquetbol y atletismo. Asimismo pertenece al grupo de ballet folklórico del Instituto, lo que le ha permitido viajar y presentarse en otros estados del país. Es también integrante del equipo de futbol del Instituto.
Explicó que aunque a Pao le ha afectado el confinamiento porque tenía una vida muy activa entre la escuela y las disciplinas que practica, le ha sorprendido su capacidad de atención en las clases vía remota. “Son chicos muy entregados, participativos, y están muy conscientes de por qué no pueden asistir a la escuela, como madre me siento muy orgullosa de ellos. Son el mejor modelo de vida, de constancia, de amor porque no esperan nada a cambio”, concluyó.
Pao quiere regresar a la escuela
Pao extraña la escuela, a sus amigos y maestros, pues aunque los ve y platica con ellos vía remota, ya quiere regresar a la escuela, dijo.
Mientras está en casa se entretiene con sus clases y utiliza tanto la computadora como el teléfono celular para estar en contacto con la gente que quiere. También hace ejercicio para estar en forma y espera poder volver a entrenar y practicar el ballet.
Es muy probable que pronto esté nuevamente en las canchas, puesto que le acaban de llamar de las Olimpiadas Especiales para analizar si podrían empezar a entrenar basquetbol en corto plazo.
Logros
Pao ha participado en Olimpiadas Especiales en natación, basquetbol y atletismo, además de practicar ballet folklórico.
Fundación organiza carava por la inclusión social
En el marco del Día Mundial del Síndrome de Down, la Fundación Síndrome de Down Veracruz A.C. realizará una caravana de autos abierta a la participación en general para este domingo 21 de marzo a las 16:00 horas partiendo del municipio de Boca del Río hasta la zona de la Macro Plaza.
De acuerdo con Carolina Perdomo Escobar esta actividad busca promover la igualdad y el respeto para este sector social para dejar de etiquetarlos y compadecerlos y más bien contemplarlos como parte importante de la sociedad que es capaz de lograr grandes cosas.
Detalló que el recorrido iniciará en el Foro Boca, hacia el monumento de Los Voladores de Papantla en el municipio de Boca del Río, posteriormente avanzarán por el bulevar Adolfo Ruiz Cortines hasta su intersección con el bulevar Manuel Ávila Camacho en donde seguirán para incorporarse a la calle General Figueroa, Esteban Morales y Xicoténcatl y terminar el trayecto en el Faro Venustiano Carranza.
Destacó que la actividad será en caravana de autos por el tema de la pandemia para que todos guarden la sana distancia y evitar exponer a los participantes a cualquier contagio. Únicamente se pide que acudan con cubrebocas y su gel antibacterial. La entrevistada hizo referencia que actualmente dan atención a 50 personas con síndrome de down que van entre los 4 a 47 años. Para obtener ingresos se dedican a la producción y venta de donas que se comercializan en la plaza Andamar de Boca.
Instituto Down de Xalapa lucha por la inclusión social y laboral
De 36 alumnos que registraba el Instituto Down de Xalapa antes de la pandemia, ahora sólo atiende a 18 con clases en línea, pues es complicado que muchos de ellos mantengan su atención ante un dispositivo, dijo la directora académica Italia Núñez Huerta, quien abrió las instalaciones a Diario de Xalapa, luego del cierre de un año debido a la pandemia ocasionada por el Covid-19.
Los alumnos fueron divididos en dos grupos, donde los padres de familia se han convertido en monitores, pues son quienes reciben las instrucciones de las actividades para que los alumnos hagan en casa, el otro grupo trabaja a través de Zoom, de 9 a 2 de la tarde, con lectoescritura, actividad física, lenguaje y comunicación, así como artes, donde también es importante la presencia de uno de los padres.
Actualmente, el Instituto sólo tiene un registro de 18 alumnos puesto que no todos los padres de familia pueden acompañar a sus hijos en las actividades, a pesar de que algunos son muy independientes, explicó. “Tenemos la confianza de que todos los alumnos regresen cuando reinicien las actividades académicas”.
En su opinión, son cada vez más las personas que quieren trabajar para la inclusión, anteriormente eran menos, “hoy ya nos voltean a ver. Tenemos en espera personas que quieren venir y colaborar o hacer algún proyecto en conjunto. Yo siento que la sociedad está abriéndose, siendo más inclusiva y hay más organizaciones que estamos trabajando, la clave es trabajar en conjunto, sumarnos no dividir”.
El Instituto tiene alrededor de 35 años, pues empezó siendo sólo un grupo de apoyo por parte de los padres de familia y poco a poco se ha ido transformando hasta ser la institución sin fines de lucro que es ahora. Éste ofrece talleres de huertos, de ballet folklórico, de artes, cocina, lavandería, y equipo deportivo, además de brindar lectoescritura, manualidades y matemáticas, dijo.
Fomentar la inclusión
El objetivo, precisó Italia Núñez, es fomentar la inclusión de personas con Síndrome de Down, “porque ellos sí se sienten capaces de elegir lo que quieren hacer. Buscamos hacer enlaces con empresas y a veces éstas no dan la oportunidad. Nuestro trabajo es hacer que éstas nos den las oportunidades. Ellos la tomarán porque es lo que quieren. Quieren salir, trabajar como todos nosotros, son personas y quieren hacer lo que todos hacemos”.
Desde el Instituto no se ha logrado una inclusión laboral, explicó aunque han tenido acercamiento con algunas que sí quieren apoyar. Hemos visto que ya hay jóvenes con Síndrome de Down trabajado en el Ayuntamiento, en el Orfis, eso nos motiva a esforzarnos para lograrlo”, reiteró.
Destacó que es importante lograr asimismo la inclusión social para que la comunidad con Síndrome de Down vaya al cine, a una cafetería, sin que los vean como raros.
Concluyó que hay mucho por hacer porque aún muchas personas desconocen que ellos tienen derecho al trabajo y a tener una vida como la de cualquier otra persona. “Hay mucho desconocimiento, hay que informarse e ir abriendo camino, pero en general siento que vamos avanzando".
"Hay que ver cuáles son sus destrezas, qué es lo les gusta y por ese camino impulsarlos, porque aunque tienen el Síndrome cada uno es diferente, eso es lo bonito, hay que impulsar ese desarrollo".
Con información de Ingrid Ruiz