Apenas hay visos de que iniciaron las vacaciones de Semana Santa, gracias a que algunas familias han decidido disfrutar del sol y el agua en los balnearios de la región, que luego de un año de permanecer cerrados han reabierto sus puertas a los visitantes ávidos de generar recursos para mantener los empleos.
Aunque trabajan al 25 por ciento de su capacidad, los responsables de éstos asentaron que aún no llegan ni al 10 por ciento.
Debido a la pandemia provocada por el Covid-19, estos espacios fueron reaperturados el pasado fin de semana, luego de pasar aproximadamente un mes en la rehabilitación de los espacios con pintura nueva y colores alegres, la colocación de un nuevo tobogán y se dieron a la tarea de hermosear todas las áreas con la consiguiente inversión para atraer tanto a turistas locales como de ciudades y estados circunvecinos.
El Centro Recreativo San Fernando tiene capacidad para recibir a mil visitantes, pero ahora sólo puede abrir sus puertas a 250, son alrededor de 180 los que acuden, dijo Jesús Viramontes Retureta, encargado de redes sociales y marketing, quien agregó que gracias a la amplitud de este centro los visitantes podrán tener la certeza de estar muy alejados de la familia contigua.
Asimismo el hotel, que tiene capacidad para 180 personas, sólo está recibiendo entre 50 y 70 personas, por lo que previó que poco a poco irá empezando a mejorar la demanda de estos servicios turísticos, quizá para mayo o julio haya un mayor número de visitantes, siempre guardando su distancia.
A éste y los demás balnearios, los visitantes empezaron acudir a cuentagotas para dejar atrás el estrés del trabajo, de las clases en línea y de estar encerrados, ya sea en grupo de amigos o por familia, decidieron ponerse el traje de baño, el bloqueador y las gafas para salir de la ciudad, ya que sólo a unos kilómetros de la capital el clima es más cálido e invita a echarse un chapuzón.
Así se pudo ver disfrutando de la refrescante agua tanto de manantial como potable a niños, jóvenes y adultos mayores, quienes tuvieron las albercas prácticamente para ellos solos y disfrutar de las áreas verdes, donde pudieron convivir sin el cubrebocas, ya que la familia más cercana les quedaba a uno 20 metros de distancia.
En Los pocitos, parque acuático, la situación no es diferente, a decir del gerente Isaac Ajactle Tequiliquihua, cuando en sus mejores épocas entraban hasta 7 mil personas, ahora sólo pueden recibir a 2 mil 500, aunque son apenas unas docenas quienes se han animado a visitarlos.
En éste, de entrada se le toma la temperatura y se les hace pasar por un túnel sanitizador corporal a todos los asistentes, han colocado gel antibacterial en prácticamente todas las áreas, pues desean permanecer abiertos para reactivar la economía de quienes trabajan ahí, de los dueños, así como de todas las áreas que se benefician con los visitantes.
Dijo que, el parque acuático ha sido preferido de las familias de la región debido a que el agua de sus albercas proviene de un manantial, por lo no está estancada sino corriendo constantemente.
Para poder abrir, trabajaron a marchas forzadas en la rehabilitación de todos sus espacios, en la pintura, y en la compostura de algunas albercas, pero se sienten contentos de poder nuevamente recibir a las familias, pues es un espacio hecho para que desde los más pequeños hasta los más grandes disfruten al tener albercas para todas las edades y gustos.
Se mostró orgulloso de la sombra natural que ofrecen los altos y frondosos árboles de mango y otras frutas tropicales, así como de contar con espacios abiertos donde los visitantes podrán convivir en familia sin ningún riesgo de contagio.
Asimismo están listos los paradores turísticos, los puestos de artesanías, comida, golosinas que han sido pintados, rehabilitados y hermoseados esperando a los turistas, de los cuales aún hay muy poca afluencia, pero se espera que el viernes, sábado y domingo la situación mejore, dijeron comerciantes de Plan del Río.