Córdoba, Ver.- Semanas atrás se dio a conocer que Córdoba entraba al color naranja de acuerdo al semáforo epidemiológico y con esta noticia la gente empezó a salir un poco más de su zona de confort y es que ahora zapaterías, papelerías, tiendas de ropa y el mercado Revolución de la ciudad, lucen con más personas lo que obliga a reforzar las medidas de sanidad.
Felisa Reséndiz es un ama de casa joven y con dos hijos, mencionó que pese al cambio que se dio ha optado por no arriesgar a sus dos niños pues existe aún en ella el miedo por contagio, “mis hijos están en casa desde que inició la pandemia, no han salido para nada y con eso de que ni a la escuela van, para tareas, impresiones y conseguir material como yo trabajo lo llevo a casa cuando llego”.
En un recorrido por la zona del Mercado Revolución, puede notarse que a pesar de que existe reparación de la mitad del zoco, hay personas que no hacen uso del cubrebocas, pero otros más hasta las caretas utilizan pues ya es cuestión de cada persona el como quiera cuidarse.
Las boutiques y zapaterías de la calle 9 empiezan a tener mujeres dentro de sus instalaciones, con una blusa y dos pantalones, vestidos o zapatos sencillos entran a los probadores para poder al final elegir una prenda, ya la gente esta empezando a tener motivos para salir de sus casas.
Familias que se conforman de 3 o 4 personas caminan por las calles de la zona centro de Córdoba, pasan por el parque 21 de Mayo, entran a los restaurantes ubicados por la avenida 1 y 3; se detienen en los aparadores de las tiendas de zapatos o tenis.
Elizabeth Muñoz, habitante de Córdoba y persona dedicada a la venta de dulces refirió que cuando ella realiza la compra de su material le toca ir sola y con todas las medidas sanitarias, sin embargo le ha tocado ver a mujeres en su mayoría llevarse bolsas grandes de dulces, hasta 4 piñatas y cantidades grandes de desechables, “quiero equivocarme pero pareciera que organizan fiestas, creó buscan compensar lo que en meses no celebraron, pero la pandemia sigue solo que ya se les está olvidando”.
Señaló que cafeterías, boutiques, zapaterías empieza a verlos con un poco más de personas, pues quizá del 100 por ciento de la población la mitad tenga la solvencia económica para realizar compras y salir con sus familias, pero el porcentaje restante son personas que dependen de un negocio que deben de abrir todos los días.
No se puede decir que el Covid-19 está siendo olvidado, pero la ciudadanía eso trata y con la propuesta de la “nueva normalidad” están adaptándola a su vida diaria pues piensan que el uso del cubrebocas y careta les cuidará de no contaminarse pero lo más importante es no recurrir a lugares concurridos o estar cerca de las personas.
El encierro social por más de 6 meses no ha sido sencillo, pero existen personas que no lo vivieron como tal, por ejemplo, Valeria Castro, una joven de 25 años de edad quien labora en una planta de químicos en la ciudad de Orizaba, para esto no es la “nueva normalidad” pues está alentándose a que las personas salgan de sus casas incluso sin las medidas pertinentes y dijo que eso depende de cada personas puede ponerse en riesgo al entorno.
“Ahora visitar cafeterías o restaurantes no es lo conveniente ya que no estamos libres del virus, debemos de cuidar nuestra persona, sé que es difícil y estamos artos y cansados pero podemos seguir evitando contagios'', expresó.
Especificó que su única salida son los súper mercados para hacer las compras básicas de su casa y aunque ella no tuvo cuarentena en su trabajo y su horario laboral lo cubría por completo e inclusive hasta más horas de lo normal, tuvo miedo de poder contaminarse pero no podía darse el “lujo” de negarse a no acudir a sus labores diarios.
Es cada vez un poco más la gente que empieza a salir de sus casas, que acude a las plazas comerciales e inclusive a los cines de la región, pero lo importante es no bajar la guardia, no dejar de hacer uso de los insumos de salud y sobretodo tener en cuenta que el Covid-19 siguen en la ciudad de Córdoba y que este virus desafortunadamente tardará en irse.
“La nueva normalidad “ es tomada posiblemente como una ventana para empezar a salir a las calles y volver a la vida que se llevaba a inicios de este 2020 y aunque los restaurantes, cafeterías y negocios en general se hayan adaptado a esta rutina diaria puede complicarse porque este año está finalizando no de la forma en como lo pensaban.