El desarrollo de proyectos con estudiantes de posgrado dentro del Laboratorio de Robótica del Centro de Investigaciones en Inteligencia Artificial (CIIA) de la Universidad Veracruzana (UV) no se ha detenido por las medidas de distanciamiento social ante el Covid-19, incluso prepara una versión de prototipo que busca medir la temperatura de las personas, conocido como Covid-19 Patrolbot.
Antonio Marín Hernández, académico e investigador del CIIA, explicó que los últimos días previos al aislamiento se realizaron ensayos y se publicaron videos, que se pueden consultar en YouTube: https://www.youtube.com/watch?v=xDfPRQQBjTk y https://www.youtube.com/watch?v=84qIEF6GBbw, en los que se muestra su primera prueba.
La investigación contempla el desarrollo de un robot capaz de detectar fuentes de calor; sin embargo, debido a las medidas de distanciamiento, el académico continuó su propuesta, basada en dicho robot, desde su casa. Este robot es capaz de detectar a personas o fuentes de calor y si detecta temperatura elevada verifica si es una persona; de esta manera se busca exponer al contagio al menor número de gente posible, considerando en primer término a los trabajadores de la salud.
Marín Hernández refirió que este prototipo tiene dos objetivos: el primero está relacionado con uno de los cursos que actualmente imparte, Introducción a la Robótica, “del que desafortunadamente mis estudiantes se quedaron sin tener disposición a la plataforma robótica”.
El segundo objetivo se relaciona con la implementación de las medidas de contingencia por la pandemia del Covid-19, “uno de los propósitos de este curso fue aportar algo que pudiera ayudar a reducir la exposición de las personas al coronavirus; juntando ambas necesidades, hicimos un pequeño proyecto que inició antes de ingresar en el periodo de distanciamiento”.
Explicó que desde casa “lo que hicimos fue implementar interacción a distancia a través de servicios web y servidores de datos para trabajar en un solo robot, afortunadamente tenemos la ventaja de que había adquirido para mi casa dos robots aspiradoras, que son comerciales y asequibles, pero no son programables”.
Fue a través de un adaptador que conectaron una computadora y otros sensores más al robot, “así tenemos una plataforma robótica de bajo costo con la cual podemos experimentar junto con mis estudiantes de robótica, quienes pueden hacer ejercicios desde sus casas y simultáneamente podemos trabajar sobre nuestra investigación que busca generar aportes”.
Detalló que la contribución de este robot es la implementación de una plataforma con un equipo de cómputo y un sensor RGBD, similar al dispositivo Kinect de la consola de videojuegos Xbox, al que adicionalmente le instalaron una cámara térmica que está montada sobre una tarjeta Raspberry.
Con estas modificaciones el robot puede construir el mapa de un sitio y una vez elaborado puede navegar en este espacio; por ejemplo, en un hospital puede estar en la entrada principal o desplazándose en los pasillos.
Mientras el robot avanza en determinado sitio va buscando personas, ello a través del sensor RGBD y en caso de detectar a un humano, alinea su cámara térmica con respecto al individuo y puede medirle la temperatura.
Adicionalmente, el robot puede medir a todas las personas que abarque su campo visual; por ello las ventajas, comparadas con un empleado que deba estar midiendo la temperatura en un lugar determinado, es que evita la exposición de los trabajadores al virus.
Explicó que en segundo lugar, las personas que se desplacen en el sitio no tienen que detenerse para que el robot les mida la temperatura, pues “el robot conforme avanza va midiendo la temperatura de las personas, por lo cual no genera filas, que también incrementa las posibilidades de contagio”, dijo el investigador.