Ángeles Martínez tiene 33 años. Es originaria de Córdoba y desde hace cinco años vive en California, Estados Unidos. Su esposo, Arturo, oriundo del mismo municipio, ya llevaba más tiempo viviendo allá.
Ella es micropigmentadora y técnica en uñas y tiene un hijo nacido en aquel lugar. Aunque al inicio de la pandemia por Covid-19 estaba bastante tranquila junto con su familia, sí observó cómo la gente entró en pánico y poco a poco empezó a sufrir la escasez, lo que la puso en alerta.
Ahora en las tiendas no te puedes llevar más de 10 libras de carne, ya pusieron límite porque la gente sigue exagerando en llevarse muchas libras o kilos, y por eso pusieron límite porque ya hay escasezÁngeles Martínez
“Mirábamos cómo la gente entró en pánico, me tocó ir a una tienda a comprar solo aguacate y vi cómo la gente se peleaba el agua, cómo exageraban en comprar carne, no había ni harina para hacer masa, eso me sorprendió mucho. Miré cómo la gente estaba en pánico y a la hora de pagar, enfrente de mi estaba un señor que llevaba cerveza y me dijo: usted no está en pánico y le dije que no, que yo estaba bien y me dijo que él también estaba bien pero que lo habían dejado sin agua y que se tuvo que llevar cerveza; otro chico dijo que desde Los Ángeles estaba buscando cerveza porque hasta eso se estaban llevando”, recordó.
Aunque intentaba mantener la calma, las compras exageradas de los demás hicieron que en algún momento se quedara sin toallitas para su bebé y papel higiénico; incluso había quien tenía que levantarse a las 5 de la mañana para hacer fila en el centro comercial y esperar hasta 4 horas porque lo abrían a las 10 de la mañana. Ahora la situación está más tranquila y de manera general su vida no ha sufrido cambios importantes, puesto que pocas veces sale, excepto cuando es para comer, lo que han evitado durante los últimos meses. El envío a domicilio no es opción, pues los precios se elevaron y la calidad no es la mejor.
“Ahora en las tiendas no te puedes llevar más de 10 libras de carne, ya pusieron límite porque la gente sigue exagerando en llevarse muchas libras o kilos, y por eso pusieron límite porque ya hay escasez de carne en esta área que estoy, pero sigo tranquila porque tampoco compramos mucha carne roja y no quiero estar en pánico porque no es bueno. Ayer me enteré por una clienta que tengo que un niño se suicidó al estar encerrado y no ver a sus amigos y no poder ir a la escuela, hay gente que sí se está enfermando”, dijo.
Su esposo sigue trabajando en una empresa de pinturas, recubrimientos y materiales especiales donde le dijeron que si se quería ir era por su voluntad, pues no dejarían de laborar. Ella, por su parte, ha tenido más trabajo porque “los chinos” que antes se dedicaban a poner uñas cerraron sus tiendas y gracias a eso tiene más clientas.
“También soy limitada en no traer gente a mi casa, sí exagero en que por aquí entra una persona, desinfecto el área, las manijas, lo que hayan, tocado todo lo desinfecto y son solo tres personas por día, y he tenido más trabajo que antes”, refirió.
Regresar a Córdoba donde está su padre y parte de su familia no es opción, pues su esposo sigue teniendo trabajo y le dijeron que si llega a viajar en automático debe descansar dos semanas, “y no hemos viajado a México para que no lo descansen, porque al descansarlo dos semanas es sin paga y estamos evitando eso. Regresar a Veracruz no está en mis planes porque afortunadamente no estamos tan mal”.