Córdoba, Ver.- En el marco de la conmemoración del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, la presidenta del capítulo veracruz de la Red Nacional de Mujeres Defensoras de la Paridad en Todo, Mónica Mendoza Madrigal, refiere que durante el sexenio de Cuitláhuac García Jiménez, la violencia contra las mujeres se incrementó de manera considerable en el estado ante la falta de acciones afirmativas contempladas en las alertas de género emitidas en años anteriores.
Incluso lamenta que la tercera alerta de género, solicitada desde hace más de dos años por grupos de colectivos feministas, no se haya declarado aún por cuestiones políticas, mientras que las agresiones y desaparición de mujeres sigue creciendo día con día a lo largo y ancho de la entidad y sin que las autoridades estales sigan sin hacer nada para poder ya no erradicar, sino prevenir más situaciones de este tipo.
“Tenemos una cuenta de el número de datos de las violencias, que es bastante preocupante, no tan sólo de feminicidio, sino de las otras manifestaciones también de tipos y modalidades de las violencias, prácticamente durante todo el sexenio Veracruz se mantuvo entre los tres primeros lugares a nivel nacional por el número de feminicidios, en este momento, de acuerdo al último corte del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, aunque estamos ya en cuarto lugar, quiero comentar, y me parece importante hacerlo aquí en Córdoba hoy, que ha crecido en forma significativa en el Estado, el número de mujeres y niñas desaparecidas” dice la entrevistada.
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¿Qué se considera violencia contra la mujer?
Al referir que violencia contra la mujer no es nada más los feminicidios, sino también la desaparición de niñas y adolescentes, incluso refiere que en los últimos tres años se ha elevado, en más del 50 por ciento, el número de niñas y adolescentes desaparecidas, lo que demuestra que en el estado también se están dando casos de trata de personas, aunque las autoridades no lo quieran aceptar o reconocer.
“En los últimos tres años se ha elevado, en mucho más del 50 por ciento, el número total de los casos ha existentes de desaparición, pero sí es muy preocupante y además hay que hacer notar que es un rango de edad entre las víctimas muy específico, lo cual nos está hablando de la presencia probable de trata y ameritaría, por parte de las autoridades de los tres niveles, pues otras acciones específicas para prevenir lo que está ocurriendo” refiere.
Al tiempo de reconocer que estas estadísticas demuestran que la ley establece las obligaciones del estado mexicano, en materia de violencia son cuatro: atender, prevenir, sancionar y erradicar, sin embargo, los gobiernos se han enfocado a la parte legal cuando hay una denuncia e imputan responsabilidades a los causantes de este tipo de violencias, pero han dejado de lado las otras acciones establecidas, al menos durante este sexenio.
Tan es así que en el estado, durante el sexenio que está por concluir, no se renovaron los consejos consultivos y social del Instituto Veracruzano de las Mujeres, lo que deja en claro que al estado veracruzano no le da la importancia correspondiente a la atención a una política integral de combate a la violencia contra las mujeres.
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En lo que respecta a la emisión de la tercera alerta de género para el estado, Mendoza Madrigal, refiere que el periodo para hacerlo se venció de acuerdo a lo que establece la misma Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres (Conavim) y esto fue por cuestiones políticas, lo cual es lamentable.
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“¿Por qué no se emitió nunca la alerta? por cuestiones de carácter político, porque pone evidencia, pone de manifiesto la inacción de parte del Gobierno del Estado para no atender una problemática y específica. El hecho de qué al final del día, por cuestiones de carácter político, decidan no emitir la convocatoria, no desaparece el problema que origina la solicitud” puntualiza.
No obstante, confía en que con la llegada de Rocío Nahle García al gobierno del Estado, se tomen cartas en el asunto, y sobretodo se le dé la importancia correspondiente a las agresiones y violencia contra las mujeres y niñas, a fin de implementar acciones concretas que realmente ayuden a garantizar la seguridad de este sector de la población.