Escondido entre los matorrales fue hallado Rafael Caro Quintero, el llamado "Narco de Narcos", gracias al elemento canino de la Marina de nombre "Max".
El capo era buscado por el secuestro y posterior asesinato de Enrique “Kiki” Camarena, agente de la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés), en 1985. También es uno de los objetivos de las autoridades estadounidenses por los delitos de posesión con la intención de distribuir marihuana y cocaína, así como la operación de una empresa continúa criminal, es decir, el desaparecido cartel de Guadalajara.
Caro Quintero intentó huir del operativo coordinado entre la Secretaría de Marina y la Fiscalía General de la República (FGR), que lograron su captura este viernes en las inmediaciones de la comunidad de San Simón del municipio de Choix, Sinaloa.
"Se informa que citado objetivo fue localizado entre matorrales por un elemento canino de esta Institución, de nombre “Max”, cuyo adiestramiento de búsqueda y rescate permitió su ubicación, habiendo sido puesto a disposición de la FGR para la integración de la carpeta de investigación correspondiente", informó la Semar en un comunicado.
Además, la dependencia dio a conocer que el capo tiene dos órdenes de aprehensión en su contra, así como con una orden de extradición a Estados Unidos.
“La Agencia Antidrogas de los Estados Unidos (DEA, reconoce al citado presunto narcotraficante como líder de un grupo delictivo en este país”, añadió.
Antecedentes de Caro Quintero
Desde el día de la muerte de "Kiki" Camarena, el capo se convirtió en el hombre más buscado por la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés).
De acuerdo con las investigaciones de la DEA, entre enero de 1980 y marzo de 2015 participó en el transporte de marihuana, metanfetamina y cocaina de México a Estados Unidos.
Por ello se unió a la lista de los 10 más buscados por la Agencia de Gobierno de los Estados Unidos conocida como FBI.
La primera vez fue detenido en abril de 1985 en Costa Rica y extraditado a México, donde fue sentenciado a 40 años de prisión por el homicidio de “Kiki” Camarena y el piloto mexicano Alfredo Zavala Salazar en ese año.
No obstante, el 9 de agosto de 2013 alcanzó su libertad cuando un Tribunal determinó que las autoridades no tenían la facultad para juzgarlo por delitos de secuestro y homicidio, ya que son del fuero común.
Luego se ocultó en la sierra de Badiraguato, Sinaloa, hasta que la DEA volvió a colocarlo entre uno de los narcotraficantes más buscados por el gobierno de Estados Unidos.
Posteriormente regresó a Caborca, en Sonora, para pelear la plaza a los grupos criminales que operan en la región en 2020.
El 16 de enero de 2015, Rafael Caro Quintero nuevamente fue declarado culpable del homicidio de Enrique Camarena por un tribunal federal mexicano, por lo que se emitió una nueva orden de aprehensión en su contra que el día de hoy fue finalmente ejecutada.
Nota publicada en El Sol de Sinaloa