TAMAULIPAS.- Andrés Manuel López Obrador continúa con su caravana de campaña rumbo a Reynosa, Tamaulipas, para presidir esta tarde un mitin en la colonia Jarachina, a pesar que horas antes policías federales y de la Fuerza Tamaulipas sostuvieron un enfrentamiento con integrantes de la delincuencia organizada.
El candidato presidencial de la coalición "Juntos Haremos Historia" (Morena, PT y PES) ha detenido dos veces su caravana de campaña, pero para saludar a sus simpatizantes a lo largo de la carretera Ribereña.
"Si ya tomamos este camino, lo vamos a seguir hasta el fin, pase lo que pase y venga lo que venga", dijo al primer grupo en el municipio Miguel Alemán.
Rumbo a una de las ciudades más peligrosas de México, López Obrador es escoltado por un convoy de la Policía Federal, aunque el político ha reiterado que no aceptará los servicios del Estado Mayor Presidencial que forman parte de la seguridad a los candidatos presidenciales.
En la primera parada, López Obrador habló brevemente con los tamaulipecos, con micrófono en mano les prometió un futuro para las generaciones jóvenes, la cuarta transformación histórica. Y concluyó con la presentación del candidato a la alcaldía de Miguel Alemán, Francisco Hinojosa Peña.
Con estandartes y banderas guindas, moradas y azules, correspondientes a los partidos de la coalición, la multitud detuvo al aspirante a la presidencia de la República.
Al coro del himno de Morena, descendió de la camioneta Suburban blanca. Los hombres le pidieron fotografías para el recuerdo y las mujeres le pintaron más de un beso carmín en la mejilla, mientras el tabasqueño se dejaba querer y alzaba los brazos para saludar a los que se perdieron del encuentro cercano.
Continuó su recorrido a Reynosa a toda velocidad, sin embargo, cinco minutos después, lo detuvo un nuevo grupo de pejelievers. López Obrador no pudo negarse a las muestras de cariño.
Descendió nuevamente del vehículo polarizado, esta vez en compañía de Ricardo Monreal, coordinador de la segunda circunscripción distrital.
"Les decimos que nos ayuden para llegar allá, pero no se puede, la gente en todos lados lo quiere saludar", dijo Monreal sobre un posible retraso al segundo evento en Reynosa.
López Obrador se despidió con un ademán, cuando una mujer le pidió que la llevara con él en la Suburban. Sonrió y retomó su camino, escoltado por el convoy de la Policía Federal en lo que resta del camino, rumbo a una de las ciudades más peligrosas de México.
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