La canciller Alicia Bárcena denunció este martes, durante una reunión extraordinaria de cancilleres de la Comunidad de Estados Americanos (CELAC), convocada por Honduras, el asalto de la policía de Ecuador a la embajada de México en Quito para detener al exvicepresidente Jorge Glass, y aseguró que antes de entrar por la fuerza, el gobierno del presidente Daniel Noboa debió recurrir a medios pacíficos o a instancias internacionales.
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Durante su intervención en la reunión, celebrada a distancia, la responsable de la diplomacia mexicana aseguró que el asilo político otorgado por el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador a Glass es totalmente legal, por lo que la decisión del gobierno ecuatoriano fue desproporcionada.
“México exhorta a los estados miembros de la CELAC a endosar la demanda que presentaremos ante la Corte Internacional de Justicia, así como la carta que enviaremos al secretario general de las Naciones Unidas para condenar este lamentable hecho. Es el momento de ver una CELAC unida, una CELAC que vele por el bien presente y del futuro”, afirmó Bárcenas.
Agregó que lo que debió hacer el gobierno de Noboa era, como lo sugirió México, era entregar el salvoconducto para que Glass saliera de la Embajada rumbo a México y después solicitarlo en extradición.
“México estudió minuciosamente la información provista por las autoridades ecuatorianas para evaluar la solicitud de asilo político del señor Glass y con base en esta revisión exhaustiva, el gobierno de México encontró elementos suficientes para otorgarle asilo político y como establece el derecho internacional aplicable, esta decisión debe ser respetada.
"Si la preocupación del gobierno de Ecuador, como lo ha expresado, era evitar una posible situación de impunidad, en todo caso -como se lo sugirió México en varias ocasiones- debía haber entregado el salvoconducto y formular una reserva de extradición”, reiteró la responsable de la diplomacia mexicana.
Agregó que incluso si el gobierno de Ecuador tenía una interpretación diferente a la de México respecto a las convenciones de Asilo o de Viena sobre relaciones diplomáticas, debió recurrir a medios pacíficos de solución de controversias, tal como lo establece la OEA.
“Aún en el caso de que no se hubiera logrado llegar a un acuerdo. Ecuador debió haber llevado la disputa a distintas instancias interamericanas e internacionales”, dijo Bárcena.
Asimismo, destacó que con su actuación, Ecuador no sólo violó fragantemente la Convención de Viena, sino que contravino una de las instituciones más solidas en el continente el asilo.