Durante 2020 asesinaron a una persona en México cada 25 minutos. Cada media hora se cometió una violación sexual, cada hora alguien fue extorsionado, cada ocho horas hubo un secuestro y cada nueve un feminicidio.
Además, cada dos minutos ocurrió un caso de violencia familiar y un robo con violencia, cada cuatro minutos un vehículo fue hurtado, cada seis un negocio fue saqueado, cada ocho se metieron a robar a una casa y cada 40 asaltaron a alguien en el transporte público, de acuerdo con el informe Análisis del comportamiento de delitos en 2020. El documento elaborado por el Observatorio Nacional Ciudadano (ONC), dista del optimismo que imprimió el miércoles a su informe la secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez, quien aseguró que se logró reducir la incidencia delictiva en 16 de 18 delitos de alto impacto entre 2019 y 2020.
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El informe de la organización civil señala que “2020 fue un año decepcionante en materia de seguridad” pese a la disminución en algunos delitos. Y destaca cuatro hallazgos. En primer lugar, que la tendencia a la baja de los delitos patrimoniales tuvo un repunte en la segunda mitad de 2020, creciendo 13 por ciento respecto al primer semestre.
Segundo, si bien la tasa de víctimas de homicidio doloso mostró una ligera caída respecto 2019, “esta disminución es mínima comparada con otros delitos, y solo es un reflejo de la pandemia”.
Tercero, que la violencia de género se agudizó en el mismo lapso. La trata de personas incrementó 0.7 por ciento y la violencia familiar creció 3.7 por ciento de un año a otro.
Y en cuarto lugar, que la estrategia de comunicación del Gobierno federal genera un análisis parcial de los datos, refleja fallas de comunicación interna dentro de la Secretaría de Seguridad Pública, favorece matices políticos al interpretar la información, perpetúa la falta de transparencia y sesga las decisiones de política.
Durante la presentación del informe, Francisco Rivas, director general del ONC, advirtió que el recorte presupuestal en diversos programas de seguridad, así como la desaparición de fideicomisos, afectarán la implementación de la Estrategia Nacional de Seguridad Pública.
En el caso particular de los homicidios dolosos, consideró difícil asegurar que la disminución porcentual de 0.4 por ciento en el número de víctimas, que presumió antier Rosa Icela Rodríguez, sea un éxito derivado de una acción o política pública de la autoridad federal. “Este porcentaje se refiere más bien a la estabilización de la tendencia de homicidios en el punto más alto desde que se tiene registro”, dijo.
Agregó que la ligera reducción de este delito se debe a un descenso importante en diciembre. “Para hablar de una tendencia efectivamente a la baja, debería existir evidencia de descensos continuos y constantes; el descenso de un mes puede deberse a efectos estacionales o de características específicas del mes”, detalló.
El reporte indica que Colima, Baja California y Guanajuato se mantienen como los estados más letales, pero pidió poner atención a los casos de Zacatecas y Yucatán, que tuvieron incrementos en el número de víctimas de 65.4 y 64.7 por ciento, respectivamente.
Una quinta parte de estos asesinatos, precisa el informe, tuvieron lugar en apenas ocho municipios del país: Tijuana, Juárez, León, Celaya, Culiacán, Cajeme, Guadalajara y Zamora.
Con información de Manrique Gandaria
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