La Inteligencia Artificial (IA) ha representado una seria preocupación para las autoridades estadounidenses de cara a las elecciones del próximo 5 de noviembre, ya que todo el proceso electoral ha estado marcado por la influencia de esta tecnología a través de campañas de desinformación.
Sin embargo, los riesgos pueden ser más amplios, advirtió el Country Manager de A3Sec, Israel Gutiérrez, al detallar que “la IA, además de potenciar la generación de desinformación a gran escala, facilita la creación de contenidos falsos con una velocidad y alcance sin precedentes, lo que podría impactar gravemente en la confianza del electorado”.
Gutiérrez planteó la posibilidad de que la herramienta represente un serio desafío para la seguridad de las elecciones, pues la IA ha demostrado su capacidad para impactar la percepción pública mediante la creación de noticias falsas y las deepfakes (videos, imágenes o audios creamos con IA que imitan la apariencia y sonido de una persona).
El especialista de la firma internacional especializada en ciberseguridad considera que estas herramientas de desinformación pueden distorsionar el diálogo político al crear momentos virales sobre situaciones, posicionamientos y declaraciones que nunca ocurrieron.
Esta desinformación se convierte en una herramienta poderosa para influir en la opinión pública, sobre todo entre audiencias vulnerables con escasa experiencia digital y poca comprensión de los procesos electorales.
A3Sec también alertó que las campañas de desinformación pueden incitar a la violencia o la polarización política. “El poder de la IA para crear deepfakes realistas representa una seria amenaza y es todo un reto identificarlas, ya que puede desencadenar desconfianza en las instituciones democráticas, especialmente en un ambiente político polarizado como el de Estados Unidos”, agregó Gutierrez.
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El Manager de A3Sec recomendó que esta tecnología debería regularse o crear un método de control para un manejo adecuado, de lo contrario podría erosionar la confianza en el proceso electoral y, en última instancia, en la democracia misma.
“Para que estas herramientas sean efectivas, es crucial que las autoridades electorales tengan acceso a ellas y estén capacitadas para utilizarlas. De lo contrario, estarán en desventaja frente a ciberdelincuentes que emplean IA para atacar los sistemas”, agregó.
Sin embargo, Gutiérrez alerta que una regulación por sí sola no es suficiente, pues la IA avanza a un ritmo tan rápido que es complicado que le sigan el paso las legislaciones de las autoridades
“La clave está en aprovechar las mismas herramientas para fortalecer la ciberseguridad y garantizar que los votantes puedan confiar en la información que reciben”. La batalla entre quienes usan la IA para subvertir la democracia y aquellos que buscan protegerla apenas está comenzando, y su desenlace dependerá de la capacidad de los gobiernos y las instituciones para responder eficazmente a esta nueva realidad, puntualizó el especialista.
Por ahora, Rusia ha generado más contenido de IA para influir en las elecciones de EU, que cualquier otra potencia extranjera como parte de su esfuerzo para impulsar al candidato republicano Donald Trump, según fuentes de Inteligencia estadounidense.
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Estados Unidos ve una creciente amenaza de que Rusia, Irán y China intenten influir en las elecciones mediante el uso de IA para difundir información falsa o divisiva.
Los “actores influyentes” rusos han amplificado historias sobre inmigrantes que ingresan a EU en un intento de avivar la discordia, según el informe del Departamento de Seguridad Nacional, y han utilizado herramientas de IA generativa para crear sitios web falsos que parecían ser auténticos medios de comunicación estadounidenses.
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