Un médico llamado Muzaffar Ghanghro de origen paquistaní habría utilizado jeringas contagiadas con el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) para usarlas en otros pacientes, infectando a 900 niños.
Trascendió que el médico reutilizaba sus instrumentos clínicos, con el propósito de cobrar menos y ser el médico más barato de la localidad.
Entre las víctimas, se encuentran cuatro niños de una misma familia, que dieron positivo en las pruebas de VIH, de los cuales, los más pequeños murieron, siendo víctimas de esta negligencia médica, por no contar con suficientes materiales para realizar su trabajo.
De acuerdo a medios internacionales el número de víctimas asciende a 900 niños diagnosticados con este padecimiento y se presume que puedan ser más, puesto que este país es uno de los más habitados y tiene una de las tasas más elevadas de pobreza en Asia.
Se presume que una de la razones por las que el médico tenía una gran cantidad de pacientes, era por el bajo costo de sus consultas.
La moneda que se maneja este país son rupias paquistaní y Ghanghro cobraba 16 rupias por visita, lo que equivale a 10 centavos de dólar.
El temor ha crecido y autoridades fueron alertadas de estas prácticas.
La cantidad de víctimas es similar a la angustia por el riesgo latente de contagio que existe entre los habitantes, pues no sólo ellos son los únicos. Recientemente se dio un brote de VIH en esta región.
Se dio a conocer que muchos niños de los que fueron infectados son doblemente señalados, puesto que en sus escuelas los rechazan al haber sido contagiados.
Ghanghro ha sido a puesto a disposición de las autoridades para que rinda declaración sobre este hecho que puso en riesgo a la población, por tratarse de un tema de salud pública.
El médico quien ya fue denunciado no ha sido sentenciado, presume su inocencia y sigue consultando en un hospital público a las afueras de la ciudad.