COATZACOALCOS, Ver., 28 de agosto.- La tragedia volvió a enlutar al sur de Veracruz. El atentado en el bar Caballo Blanco que dejó como saldo preliminar 28 personas fallecidas y reactivó una herida abierta en Coatzacoalcos: la de la violencia brutal.
12 horas después de que un grupo armado disparara en contra de algunas personas y prendiera fuego al bar Caballo Blanco, ubicado en la colonia Palma Sola, aún permanecían personas a las afueras del lugar intentando explicarse el hecho.
Con 43 años de antigüedad, el Caballo Blanco era un sitio conocido por la población. Era el lugar al que se iba para ver bailar a mujeres o para beber con los amigos.
En la puerta del lugar aún cuelga la última promoción del lugar: latas de cerveza a 15 pesos hasta las 12 de la noche. Seguía vigente antes del atentado.
Pues ahora sí que no sabemos mucho nosotros. No se sabe aún si venían por alguien en particular o era algo en contra de los dueños del bar pero lo que sabemos es que se llevaron a varios entre las patasComenta un vecino de la calle Román Marín antes de cerrar la puerta
Y es que la violencia les ha tocado tan cerca que pareciera que hasta salir de su casa resultaba peligroso.
Unas horas más tarde, a la hora de la comida el lugar luce abandonado. Sólo la cinta amarilla de "Peligro" recuerdan el atentado.
La fachada del bar no tiene impactos de bala y la puerta de emergencia nunca fue abierta. En la puerta principal hay un vidrio roto y las celosias se pintaron de negro por el fuego.
Afuera del lugar media decena de reporteros y cuatro elementos de la Policía Municipal hacen guardia en el lugar.
"Dicen que refuerzan la seguridad y que van a traer más policías y mire", señala un hombre de la tercera edad que sale del banco ubicado junto a Caballo Blanco. "Los policías sólo sirven para poner la cinta alrededor de los muertos pero no para impedir que maten a la gente", asegura en voz alta dirigiéndose a los uniformados que cuidan el bar.
Forense de Coatzacoalcos rebasado, mandan cadáveres a Cosoleacaque
Mientras la cifra de personas muertas continúa subiendo debido a la gravedad de los lesionados. En el Centro Integral de Justicia de Coatzacoalcos familiares esperan su turno para reconocer a las víctimas mortales.
En medio del calor abrasador del sur, madres, padres, hermanos, primos, sobrinos y amigos esperan a el nombre de su ser querido sea mencionado en voz alta para ingresar al edificio para reconocer el cuerpo sin vida. Sin embargo, la magnitud de la tragedia provocó que no hubiera la capacidad de albergar los cuerpos sin vida y que decenas de personas fueran trasladadas a las instalaciones del Servicio Médico Forense "Dr. Carlos Hugo Enríquez" en Cosoleacaque.
Al dolor por la muerte de su familia, se sumó el viacrusis que padecieron para recorrer los 20 kilómetros que separan ambos municipios. "Aquí en Coatzacoalcos te avisan y te tienes que trasladar a Cosoleacaque a reconocer el cuerpo y luego regresar aquí por el papeleo. Es horrible tener que andar como zombies de un lado a otro en medio del dolor", explica Alma Delia Ramos Jiménez cuyo hermano, Ulises, falleció en el atentado.
Los que han capitalizado la tragedia son las empresas funerarias quienes cobraban hasta en mil pesos el traslado de los cuerpos de un lugar a otro. Aunque en estos lugares se realizarán algunos de los velorios la mayoría de las víctimas serán llevados a sus casas. Y es que la situación económica no les permite pagar una sala de velación.
Noche triste en Coatzacoalcos
Bailarinas, meseros, empleados. Hombres y mujeres serán velados durante la noche y despedidos la mañana de hoy por sus familiares.
Mientras en la zona la presencia policíaca se reforzó, la población vive con miedo de ser víctimas de la delincuencia. El enojo es palpable entre la gente de Coatzacoalcos que asegura que pese a los anuncios por parte del gobernador Cuitláhuac García Jiménez y del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador de mandar más policías y a la Guardia Nacional a la zona, los crímenes siguen.
Parece que quieren tapar el pozo con el niño muerto pero le aseguro que una semana después de esto la policía se vuelve a ir y nosotros seguimos padeciendo. Ahorita porque estuvo muy feo, con casi 30 muertos, pero aquí los asaltos, los secuestros y las balaceras son cosas de todos los díasMaría Eugenia, ama de casa