CÓRDOBA, Ver.-Un comerciante de la ciudad de México y activista de Derechos Humanos, emprendió una huelga de hambre y se encadenó afuera del edificio que alberga los Juzgados Civiles, para protestar por el presunto “tortuguismo” y falta de aplicación de la justicia, en varios procesos que ha emprendido desde el año 2011, para que su ex esposa le permita ver a su hijo, de 11 años.
El afectado es el licenciado Mario Cantú Gundlach, de 57 años, con residencia en la Ciudad de México, quien es comerciante y trabaja en instancias de Derechos Humanos.
El hombre, se encadenó e inició una huelga de hambre, la mañana de ayer, afuera de los Juzgados Civiles, para protestar contra una jueza, debido al “tortuguismo” que sufre en varios procesos penales que ha emprendido para que su ex pareja le permita ver a su hijo, de 11 años, que vive en esta ciudad y a quien sólo puede ver durante cinco minutos, a la salida de la escuela.
“Esta es la única forma que tengo para pedir justicia, tengo averiguaciones previas federales que no han sido tomadas en cuenta; también tengo averiguaciones civiles, penales, en Córdoba, en la ciudad de México, tengo aquí en el Juzgado de Córdoba tres demandas, que la anterior juez, hace más de un año y medio, me dijo que ya iba a resolverlo, que ya iba a dar la acumulación y que ya iba a poder ver a mi hijo, y pasan los meses, en diciembre me avisan que se perdió el expediente y desde enero está perdido, es la segunda vez que se pierde, la primera vez fue hace dos años, se perdió tres meses y apareció, pero ahora no aparece”, denunció.
Protegido por lo que parece una pequeña casa de campaña y provisto con jugos y otras bebidas, que le dan fuerza hasta las 17:00 horas, según él, narra que fue golpeado por policías ministeriales en el año 2015. “Yo me divorcié desde noviembre del año 2011, mi ex esposa Rosa María Molina Torres había dicho que había sido violencia intrafamiliar, ya estábamos divorciados y dijo eso porque le toqué fuerte la puerta de la casa donde vive mi hijo; por eso, ocho judiciales me dieron una golpiza, me subieron a la batea de la patrulla, me esposaron y me golpearon durante 45 minutos, me golpearon la espalda, me llevaron a la comandancia que estaba en la avenida 9 y calle 4, me pegaron en la cara y resultó que no había razón porque no teníamos parentesco”, acusó.
Debido a eso, agregó, se levantó una acta en la Comisión de Derechos Humanos, porque “me dejaron un ojo morado, laceraciones en las muñecas y moretones por la golpiza, y tuve que pagar un año de tratamiento de quiropráctico, ahora no puedo cargar más de cinco kilos, y también me quitaron una cadena, y dicen que fue normal la actuación de los ministeriales”.
Recuerda que los hechos ocurrieron en el bulevar Córdoba-Fortín, frente a un conocido restaurante de una plaza comercial, y a pesar de que hubo varios testigos y también cámaras de video, “nadie se atreve a hacer nada contra la Policía de aquí”.
Señaló las fallas que tiene el sistema judicial, “ya que en el expediente 15/11 hay medidas de apremio para ver a mi hijo, y no quieren permitirme ver a mi hijo.
Por eso hago una petición al presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, porque tengo una petición ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y espero que él me pueda ayudar a solucionar, esto también involucra al Fiscal de Veracruz, al Procurador General de la República y al de la Ciudad de México”.
Agrega que “yo estoy en la zozobra, no tenemos voz ni voto, no hay justicia, pido los expedientes y parece que va uno al confesionario, no pasa nada, aquí estoy sufriendo porque a mi hijo no me lo dejan ver, y lo único que le queda a uno es tomar medidas drásticas, dejar de comer, para que le hagan caso, si me quieren hacer caso y si no, por lo menos dejé el antecedente de que luché por mi hijo”.
Por último, se quejó de que en varias ocasiones ha venido a ver a su hijo a la escuela, pero lo esconden, e incluso ya lo adoctrinaron de que no merece verlo, mientras que su madre siempre había estado en las visitas familiares que él hacía, pero después redujo el tiempo y ahora sólo lo ve cinco minutos a la salida de la escuela.
En una nota que fue colocada en un poste, el afectado expone que la huelga de hambre la hace para exigir justicia a nivel federal, estatal y civil. También exhibe números de los procesos penales y civiles que ha emprendido a nivel estatal contra la parte contraria, por presunta violencia familiar, pornografía, retención de menores, mientras que a nivel federal por abuso de confianza, robo de documentos, envenenamiento, extorsión, trata de personas, este último en el Juzgado Cuarto de Primera Instancia de Córdoba.
