Omealca, Ver.- La tarde de este miércoles fue localizado en un cañaveral de la comunidad San Pablo Ojo de Agua, el cadáver de un hombre con huellas de tortura y asesinado a balazos.
De acuerdo con el reporte de las autoridades policiacas, el cuerpo se encuentra en calidad de desconocido en las instalaciones del Servicio Médico Forense, al cual fue trasladado para que el médico legista le practique la necrocirugía de rigor.
Según los descripción física proporcionada por los investigadores, el fallecido era un hombre de complexión media y tez morena, vestido con camisa azul a rayas y pantalón de mezclilla azul marino.
Al momento de ser encontrado en medio del cañaveral, el cuerpo estaba boca abajo y a simple vista mostraba huellas de tortura, tenía aros de aprehensión y heridas por arma de fuego.
En la espalda el hombre tenía pegada una cartulina en la cual los homicidas describían la causa por la cual le dieron muerte y lanzaron un mensaje intimidante a otras personas.
Sobre el hallazgo se conoció que lo hicieron lugareños de la comunidad San Pablo Ojo de Agua y lo reportaron al número de emergencias 911.
Los campesinos del rumbo caminaban hacia el lugar en donde se encontraba el cuerpo para realizar su faena, pero al darse cuenta de los hechos solicitaron la presencia de las autoridades policiacas para que tomaran conocimiento.
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Por ello delimitaron la zona y esperaron el arribo de los peritos criminalistas y los detectives de la Policía Ministerial Acreditable quienes una vez que tomaron conocimiento y realizaron las diligencias de ley ordenaron levantamiento del cuerpo a las instalaciones del morgue.
El personal de la Fiscalía abrió carpeta de investigación por el delito de homicidio doloso en contra de quién o quienes resulten responsables y enviará el oficio de investigación a la Policía Ministerial para que le dé seguimiento al caso hasta esclarecerlo y castigar a los criminales conforme a la ley.
Asimismo se espera que en el transcurso de las horas los familiares de la víctima se presenten a identificar y reclamar el cuerpo, para luego ser entrevistados por los investigadores en un intento por obtener algún indicio que ayude al pronto esclarecimiento del crimen.