Orizaba. Ver.- En solo 15 días, agosto registró un incremento considerable en el índice delictivo, al contabilizar 9 ejecuciones en diversas municipio de la Zona Centro del Estado.
Esto encendió los focos rojos en los tres niveles de Gobierno, por lo cual se reunieron representantes de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), Secretaría de Marina (Semar) y Guardia Nacional (GN), para planear una estrategia para combatir este tipo de hechos.
En un recorrido efectuado en la región de las Altas Montañas, las autoridades estatales y federales también se reunieron con los alcaldes de Orizaba y Córdoba, quienes refrendaron su compromiso y colaboración con las fuerzas de seguridad en los trabajos de prevención del delito, y acciones para la protección de la ciudadanía en general.
Y es que desde el día primero de agosto, las autoridades ministeriales tomaron conocimiento del crimen de Jorge Luis N, quien era trailero, tenía 46 años, y vivía en la congregación de San Cristóbal, perteneciente al municipio de Huiloapan.
Al hombre lo asesinaron de dos balazos en la cabeza y su cuerpo fue encontrado en calles de la colonia Aquiles Serdán, de Nogales.
Posteriormente, el 5 de agosto fue ejecutado Gregorio N, alías ‘Goyito’, de 27 años, afuera de su casa ubicada en calle Josafat Rosas, casi esquina Miguel Hidalgo y Costilla, en la colonia Centro de Mariano Escobedo.
El 9 de agosto, fue acribillado en la tortillería ‘Tío Bolo’, el industrial de la tortilla Nicolás N, de 56 años.
A las 4:30 de la madrugada, cuatro hombres llegaron a bordo de una camioneta y otro en motocicleta, e intentaron llevárselo del local ubicado en avenida Heriberto Pérez, pero se resistió y lo mataron a balazos.
Al día siguiente, el 10 de agosto, los restos de Javier N, fueron encontrados en tres bolsas negras que dejaron abandonadas en el campo deportivo Ejido, ubicado en calle Aquiles Serdán, de la comunidad de Jalapilla, perteneciente al municipio de Rafael Delgado.
El 11 del mes en curso, fue encontrado por la tarde-noche el cadáver de Julio Omar, comerciante, de 30 años, quien vivía en la colonia El Mirador, de Nogales.
Desconocidos le dieron dos balazos en la cabeza, y lo dejaron tirado en los rieles del ferrocarril, de donde fue levantado antes de ser despedazado por el gusano de acero.
Para los primeros minutos del día 12 de agosto, sicarios dejaron dos bolsas con los cuerpos sin vida del taxista Gerardo N, de 28 años, y de Francisco N, un ex policía preventivo.
Ellos fueron encontrados en la entrada a la Reserva Territorial, cerca del campo deportivo, por lo cual las autoridades ministeriales acudieron a tomar conocimiento para dar fe.
El 13 de agosto, la delincuencia se mostró imparable y por la tarde ejecutó a su octava víctima en la colonia Hermosa Provincia, de Fortín.
La víctima iba en una motocicleta sobre el bulevar Aarón Joaquín González, cuando fue alcanzado por sus verdugos, quienes les dispararon desde un vehículo en marcha y luego se dieron a la fuga.
Poco después, fue reportado el crimen del agente de Tránsito Estatal, Isaac N, de 23 años, a quien mataron afuera de Palacio Municipal de Río Blanco, a plena luz de día, y en el bulevar principal.
En cada uno de los crímenes, la violencia es extrema por parte de sus ejecutores, quienes tratan de justificar su accionar al delatar a alguno de los fallecidos como presuntos miembros de bandas delictivas dedicadas al plagio y a la extorsión en la zona.
Lo cierto es que esto ha llamado la atención de las autoridades policiacas, quienes iniciaron un plan para tratar de inhibir este tipo de actos y dar seguridad a la ciudadanía que lo reclama.