SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS. Un grupo de autodefensa denominado El Machete se adjudicó la irrupción del miércoles en la cabecera de Pantelhó para expulsar a narcotraficantes porque “no queremos más muertes para los pobres campesinos tzeltales y tsotsiles”.
Ese día se presentaron bloqueos carreteros y un día después un enfrentamiento de un grupo armado con elementos de seguridad quienes buscaban liberar las vías de comunicación. La refriega dejó seis agentes y tres militares heridos, así como más de dos mil indígenas desplazados.
En un comunicado dirigido a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), el grupo de autodefensa dijo que su paciencia se acabó porque los gobiernos federal y estatal no dan ninguna esperanza ante el dolor por tanta sangre derramada.
“Una vez que Pantelhó esté libre del crimen organizado, encabezado por Raquel Trujillo Morales y narcotraficantes, nosotros como autodefensas del pueblo nos retiraremos”, aclaró El Machete en el documento.
El grupo de autodefensa pidió al Gobierno que se abstenga de enviar a elementos de la Guardia Nacional y del Ejército para intervenir en este conflicto:
“Aclaramos al mal gobierno que no envíe su Guardia Nacional, su Ejército, su policía, porque ya no es tiempo, si vemos que envía para matarnos y detenernos es porque forma parte del crimen organizado”.
En el documento, El Machete acusa a Austroberto Herrera Abarca, a quien señalan de quererse autonombrar juez municipal, de abrirle las puertas al crimen organizado y a los narcotraficantes en 2002 y asesinar a 200 personas.
El grupo de autodefensa también acusó a Delya Janeth Flores, actual alcaldesa, y a Raquel Trujillo Morales, presidenta electa de Pantelhó, de ser parte del crimen organizado, por lo que consideró que continuará la violencia en ese municipio, y ante ello acordaron defender la vida de las comunidades y formaron su grupo de autodefensa.
En la misiva, El Machete dejó en claro que ellos no son narcotraficantes, pero que para su paciencia “hay un límite”.
DESPLAZADOS PIDEN GARANTÍAS
Los desplazados de Pantelhó rechazaron regresar a su comunidad hasta que las autoridades no les garanticen seguridad, a pesar de que elementos del Ejército Mexicano, Guardia Nacional y Policía Estatal Preventiva tomaron el control del municipio desde el pasado viernes.
La Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana de Chiapas informó el viernes por la noche que se restableció el orden y la seguridad en el municipio de Pantelhó, y liberaron las vías de comunicación que se encontraban bloqueadas.
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Sin embargo, los desplazados aún tienen el temor de regresar a sus hogares, y prueba de ello es que en las últimas horas llegaron otras siete familias de la comunidad La Esperanza a un albergue en la cabecera de Chenalhó.
Un encargado del albergue de la cabecera de Chenalhó, quien pidió mantenerse en el anonimato, indicó que la presencia del Ejército y la Guardia Nacional lejos de darles esperanza de paz a los desplazados les recuerda las imágenes que vivieron en 1997 cuando se dio la llamada “Masacre de Acteal”, por lo que decidieron no regresar a Pantelhó hasta que vean que existen condiciones de seguridad.
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